Si la combustión en los vehículos fuera perfecta, solo se generaría agua y CO2.
Desgraciadamente esto no es así y como resultado se produce además otra serie de gases y partículas, algunos de ellos nocivos, que es necesario eliminar.
Los principales contaminantes que se generan en un motor de combustión interna y que la ley obliga a eliminar a partir de la normativa EIV son los siguientes:
- Monóxido de Carbono (CO)
- Óxidos de Nitrógeno (NOx)
- Hidrocarburos no quemados (HC)
- Partículas (especialmente en los motores Diésel)
El catalizador permite la conversión de estos contaminantes en otros gases, sin efectos tóxicos ni contaminantes, como son agua, CO2 y N2.
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